Los microplásticos están en tu comida. Inundan nuestro mundo. Forman islas artificiales de plásticos en el atlántico y los animales mueren con el estómago lleno de plástico. Ahora, según estudios, los microplásticos finalmente llegan al intestino humano. En este artículo te desvelamos de dónde provienen y cómo evitarlos.
Los microplásticos nos invaden sin darnos cuenta cada día. Desde embalajes a utensilios pasando por la ropa que vestimos. Plástico en detergentes, plástico en pasta de dientes, cremas exfoliantes con microesferas que también son de plástico. Pero no acaban ahí porque la lista de plásticos es enorme y está en todos los sitios, incluido tu estómago.
¿Pero de verdad que comemos plásticos?.
Como lo oyes. Estudios liderados por científicos austriacos (Universidad Médica de Viena y Agencia de Medioambiente de Austria) lo aseguran. Los plásticos entran en nuestro organismo y se almacenan en nuestro cuerpo. Entre los resultados, se encontraron la presencia de hasta 9 tipos de plástico diversos en humanos. Entre ellos, el polipropileno (PP) y el polietileno-tereftalato (PET).
En el estudio, los 9 participantes de diferentes países (Austria, Finlandia, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Rusia), llevaban a cabo una lista. En ella, apuntaban los alimentos y comidas que ingerían durante la semana antes de someterse al análisis de sus heces. De este monitoreo, se comprobó que los voluntarios se contaminaron al consumir alimentos envueltos en plástico o al beber de botellas de plástico. Como curiosidad, cabe destacar que ninguno de ellos era vegetariano y que seis eran consumidores habituales de pescado.
Pero no acaba ahí. Según otra investigación publicada en la revista ‘Enviromental Pollution’ * y realizada por la Universidad de Heriot-Watt (Escocia), estos microplásticos también provienen de otras fuentes. En concreto de telas sintéticas y tapicerías, que al descomponerse gradualmente, acaban siendo parte del polvo doméstico. De ahí que el polvo de casa llegue a las comidas y por consiguiente, se deposite en nuestro cuerpo. Según las estimaciones, ingerimos unos 114 microplásticos en cada comida.
Microplásticos en tu armario.
Dentro de este sistema de consumo y con la crisis económica, las cadenas de ropa low cost han inundado nuestros roperos. Con un precio bajo, ofrecen ropa actual y a la moda con las que se visten millones de mujeres, hombres y niños. Gracias a la filosofía de ofrecer moda y ropa accesible a todo el mundo, han creado imperios comerciales que dejan una enorme huella en el ecosistema y en nosotros mismos.
El precio de sus prendas dice mucho de cómo se fabrican, en qué condiciones se cosen y con qué materiales se crean. Muchas de estas telas, que son fáciles de lavar, secar y que no se arrugan o encogen, son mucho más económicas que otras fibras naturales.
Si te paras a mirar las etiquetas de la ropa que compras, verás que casi toda está realizada a partir de material plástico. Puede que sea de forma parcial, al mezclar fibras sintéticas con tejidos naturales (algodón, lino o lana), o de forma total. Normalmente es más frecuente su versión total, nos referimos al 100% nylon, poliester, lycra, etc. Todas estas fibras sintéticas son derivadas del petróleo y mucho más económicas que las naturales, por eso son comunes en marcas de ropa barata.
El plástico es una amenaza ambiental.
Como te decíamos, a través de botellas de plástico, envoltorios, fibras y telas, acabamos con microplásticos en nuestro organismo. Pero no somos los únicos. Según GreenPeace, cada segundo se vierten en el mar y el océano a nivel mundial, unos 200 quilos de plástico. ¡Eso es más de 8 millones de toneladas al año!.
Al lavar nuestra ropa compuesta de tejidos sintéticos, soltamos a través del agua, miles de fibras microscópicas. Según un estudio de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), por cada lavado de 6 quilos de ropa en nuestra lavadora, liberamos más de 700.000 fibras plásticas. Otro estudio de la Universidad de California concluye que tan solo con el lavado de una chaqueta, ya se desprenden 1,7 gramos de fibras en los cauces de agua.
Por tanto, ya no son únicamente bolsas, botellas, bastoncillos o mil y un productos de plástico. No es que se mueran aves, peces o mamíferos por ellos. Es que muchos microplásticos acaban en el ecosistema y por ende, en la cadena trófica. Por lo que al comer, ¡estos microplásticos probablemente acaben en tu plato!. No se trata de que dejes de consumir pescado. Pues también pueden afectarte a través de la sal de mesa, alimentos envasados o el agua embotellada.
De hecho, según datos de Naciones Unidas, el 90% del agua embotellada y el 83% del agua del grifo contiene partículas de plástico.
¿Reducir la contaminación de plásticos es posible?.
Con estos pequeños consejos, puedes reducir la presencia de los microplásticos en tu casa, en el medioambiente y en tu organismo:
Limpia el ambiente de tu casa de microplásticos.
- Ventila las estancias de tu casa abriendo las ventanas regularmente.
- Mantén limpia tu casa, aspira y barre con asiduidad.
- Si usas purificadores de aire o humidificadores sanearás el aire.
- Si te gustan las velas, mejor que sean de cera de abeja natural. Las convencionales están compuestas de parafina y las mechas pueden contener plomo.
- Para refrescar y desinfectar el aire, puedes hacer un spray con agua y una cucharada de bicarbonato de sodio. Así atraparás las partículas en suspensión.
- Deja los zapatos en la entrada de casa cuando llegues.
Evita los microplásticos de las telas sintéticas.
Aunque cueste un poco más de atención y también de presupuesto, elige tejidos naturales. Si es posible, orgánicos, libres de tóxicos y materiales sintéticos. No te dejes seducir por los precios bajos porque al final, lo barato sale caro. Opta por tejidos como el algodón, el lino, la lana, lyocell o el ramio. Por contra, descarta aquellas prendas que sean en su totalidad de acrílico, lycra, nylon, poliamida o poliester.
Cada vez más, marcas low cost lanzan colecciones ‘Conscious’ o ‘Eco’. Muchas de esas prendas son de algodón o fibras recicladas. Otras son completamente de tejidos orgánicos, cultivados en campos de tierra fértil libres de pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos. Además sus tintas no son químicas y tóxicas. Son tejidos de mejor calidad, más agradables y duran mucho más sin importar los lavados. Pero lo mejor es, que tu armario estará libre de sustancias contaminantes y microplásticos.
Los tejidos naturales son de mejor calidad, biodegradables y respetan el medioabiente. Dejan transpirar mejor la piel y son mejores para nuestro organismo. Con este sencillo gesto en tus compras ya haces mucho. Si además, donas, reciclas o intercambias tus prendas viejas una vez no las quieras, contribuirás a reducir la presencia de contaminantes y microplásticos en el planeta.
Productos cosméticos y de higiene naturales sin microplásticos.
No es que muchos productos cosméticos tengan derivados del petróleo o aditivos sintéticos. ¡Es que además contienen microplásticos!. Ya sea una loción solar, una crema exfoliante, una pasta dentífrica o un jabón. Puedes encontrarte pequeñas partículas de menos de 0,5 milímetros en cualquiera de ellos que ayudan a limpiar o exfoliar. Puedes encontrarlas con nombres químicos como Polyethylene (PE), Polypropylene (PP) o Polimetacrilato de metilo (PMMA) entre otros.
Para que te hagas una idea: en un tubo de crema exfoliante de 150 ml puede haber entre 130.000 y 2,8 millones de microesferas de plástico. Imagina si te limpias la cara y te lavas los dientes con productos así. ¿Cuantos miles de microesferas de microplástico habremos liberado en el medioambiente?.
En España todavía no se regula el uso de microplásticos en cosmética.
Pero países como Australia, Canadá. Dinamarca, Estados Unidos, Reino Unido o Suecia los han eliminado o están en camino de hacerlo.
Por eso en Sapone di Valeria optamos por cosmética natural más ecológica. Productos hechos a mano, con ingredientes naturales y vegetales, libres de plástico tanto en su composición como en su embalaje.
Sin ir más lejos, puedes hacerte una buena exfoliación con nuestro rico jabón natural de café gracias al café molido que lleva dentro. Optar por cepillos de dientes de madera de bambú biodegradable, nuestro dentífrico sólido sin microplásticos en la composición o utilizar champú sólido natural que no necesita botella. Con todos ellos disfrutarás de muchas propiedades beneficiosas para tu salud sin dañar el planeta.
Un estilo de vida ‘zero waste’ o ‘conscious waste’.
Intenta usar la filosofía de las 3R como te comentábamos en otro artículo de nuestro blog. Por ejemplo, lava menos la ropa ya que muchas veces la lavamos sin estar realmente sucia. Ahorraremos agua, detergente, energía, emisiones, tiempo y dinero, además de reducir microfibras en el ambiente.
Por otro lado, hay mil opciones y maneras para consumir menos plástico. Retira tuppers de plástico y cámbialos por otros de cristal. Prueba a no utilizar cosas de un solo uso, etc. Hay tiendas zero waste o con alternativas conscious waste como flipoenverde o milfulles, de las que sacarás muchas ideas y productos saludables. Comprando a granel, usando productos sin embalaje o con el mínimo posible, contribuirás a que haya menos microplásticos en nuestro planeta y en nuestro organismo.
Porque nos afecta a todos, animales y humanos.
No queremos alarmarte o exagerar. Hay infinidad de estudios y noticias que lo prueban. Solamente hace falta que mires un poco por la red para investigar a fondo y ver que es real. Los microplásticos se encuentran en todos los medios, sean terrestres o acuáticos. Se encuentran en animales, también en los alimentos y ahora también en muestras humanas.
Esperamos que con estas informaciones y consejos, pruebes de reducir la contaminación por microplásticos en la vida diaria y por supuesto, ¡no acaben siendo parte de tu dieta!.
¡Comparte este artículo sobre los microplásticos si te ha gustado o crees que es interesante para poner nuestros consejos en la práctica!.
Entre todos podemos hacer que cada vez más personas sean conscientes de que vivir sin tanto plástico es posible.
Con pequeños cambios podemos hacer mucho por nuestra salud y por el planeta. ¿Lo hacemos?. ¿Nos ayudas?.
*Referencia: Low levels of microplastics (MP) in wild mussels indicate that MP ingestion by humans is minimal compared to exposure via household fibres fallout during a meal. Ana I.Catarino, Valeria Macchia, William G.Sanderson, Richard C.Thompson, Theodore B.Henry. Environmental Pollution 2018 DOI: https://doi.org/10.1016/j.envpol.2018.02.069